Aún no se ha cumplido un año desde que nos felicitábamos por la ampliación del permiso de paternidad a partir de 2011. Según se publicó en el BOE, el 7 de octubre de 2009, los papás que lo fueran a partir del 1 de enero de 2011, tendrían cuatro semanas de permiso. Una medida aprobada en plena crisis.
Hoy hemos sabido que no será así. El Ejecutivo ha dado marcha atrás, porque según explican, no hay dinero para sufragar dicho permiso. En los Presupuestos Generales del Estado solo se contempla una partida de 200 millones de euros, la mitad de lo que sería necesario. La explicación ya la sabemos, la crisis obliga al cambio de prioridades, y los bebés, obviamente, no están entre ellas.
Quizá estemos peor que en octubre del año pasado, pero la crisis no puede ser una excusa puesto que ya estábamos inmersos en ella. Nuevamente se reduce un derecho que se vendió como una necesidad y que ahora parece que ya no lo es. Curiosamente se hace cuando los permisos de paternidad están batiendo records, en el Ayuntamiento de Madrid se han concedido más permisos de paternidad que de maternidad en el último año, por primera vez en la historia.
El pequeño consuelo que les quedaba a los futuros padres que se han quedado sin cheque-bebé, también se ha esfumado. Nuevamente no se ha tenido en cuenta a las embarazadas que ya lo están y que tenían sus planes hechos. Ahora que se han replanteado su economía sin los 2.500, también tienen que reorganizarse los primeros días con sus hijos.
Se me ocurren muchos sitios de donde sacar los 200 millones que faltan, pero eso sería entrar en política y no es el lugar adecuado. Veremos cual es el próximo ataque a la maternidad, ¿serán los pañales un artículo de lujo?
Titular Antena3TV
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