Científicos de Zaragoza, Asturias y el País Vasco han descubierto en la localidad de Arén (Huesca) una especie de dinosaurio perteneciente al grupo de los hadrosáuridos (picos de pato), que se creía que nunca había existido en Europa.
El trabajo ha sido liderado por el grupo Aragosaurus-IUCA de la Universidad de Zaragoza y en el mismo han participado investigadores de la Universidad del País Vasco y el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), ha informado la institución académica aragonesa.
El dinosaurio encontrado en Arén pertenecía a los hadrosáuridos y al subgrupo de los lambeosaurinos, que se caracterizaban por la presencia de estructuras alargadas o crestas en la cabeza.
Se trataba de un dinosaurio relativamente pequeño, de entre cinco y siete metros de longitud, con un peso que rondaría entre los 400 y 500 kilos y con unas mandíbulas con cientos de dientes, capaces de triturar las plantas más duras.
La cresta craneal, formada por una serie de tubos por los que pasaba el aire, era utilizada para producir sonido y bramar en época de celo.
En todo el mundo se han localizado unas 57 especies de hadrosaurios como la hallada en Arén, que ha sido bautizada como "blasisaurus canudo" por haber sido descubierta en el yacimiento denominado Blasi y en homenaje al paleontólogo aragonés José Ignacio Canudo, líder del Grupo Aragosaurus-IUCA, por su contribución al estudio de los dinosaurios ibéricos.
Por el momento, los investigadores han certificado una parte de los fósiles hallados, como los craneales, aunque continúan trabajando sobre vértebras, fémur y húmero, muy probablemente pertenecientes a la misma especie.
Los fósiles craneales de este nuevo hadrosáurido fueron hallados y excavados en el yacimiento denominado Blasi 1, dentro de una serie de campañas de excavaciones que comenzaron en 1997 en Arén.
En este municipio oscense se han encontrado restos de algunos de los dinosaurios más modernos de Europa, entre los que se encuentra el Arenysaurus, al que se suma ahora Blasisaurus.
Blasisaurus y Arenysaurus son dos de los últimos dinosaurios que vivieron en la Península Ibérica y sus restos se han encontrado en rocas de hace unos 66 millones de años, unos pocos cientos de miles de años antes que un meteorito marcara la extinción de estos grandes vertebrados, explica en un comunicado la universidad aragonesa.
El descubrimiento de este hadrosáurido oscense está permitiendo reconstruir cómo eran las comunidades de dinosaurios poco antes de este episodio geológico, ya que el Pirineo es uno de los pocos lugares del mundo donde se puede investigar si los dinosaurios se extinguieron a la vez que la caída del meteorito o un poco antes.
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