La revuelta en Túnez ha iniciado una reacción en cadena que se propaga a velocidad de vértigo por las principales pseudodemocracias y dictaduras de Oriente Próximo y Oriente Medio. La buena noticia política, sin embargo, tiene una lectura negativa en lo económico, ya que la actual crisis egipcia, por ejemplo, ha disparado los precios del petróleo que se han situado en máximos históricos.
El barril de Brent ha superado la barrera de los 100 dólares en los mercados financieros, situación que nos devuelve a la crisis del petróleo vivida hace apenas dos años (octubre de 2008). Seguramente, en esos momentos algunos investigadores se pusieron manos a la obra para descubrir un sustituto al petróleo... y parece que ahora lo han encontrado.
La solución británica
Científicos británicos han anunciado recientemente que han inventado una revolucionaria "gasolina artificial" que no emite dióxido de carbono y que, además de beneficios para el medio ambiente, tendría importantes ventajas para los bolsillos de los conductores, ya que costaría poco más de 22 céntimos el litro.
La compañía que está desarrollando este nuevo combustible es Cella Energy, que ha desarrollado una tecnología que permitiría usar hidrógeno para propulsar los automóviles, aunque originalmente fueran concebidos para su uso con gasolina o diesel. Es decir, que no sería necesario comprarse un coche nuevo (como sucede con los eléctricos) o realizar modificaciones y homologaciones (como sucede con el gas licuado o GLP), sino que cualquier propietario de un automóvil podría beneficiarse del ahorro inmediatamente.
Desarrollo pendiente
Aún así, no todo son buenas noticias, ya que las previsiones más optimistas indican que habría que esperar entre tres y cinco años para poder disponer de esta opción en las estaciones de servicio.
Por otro lado, y aunque el coste de la gasolina no superaría los 22 céntimos el litro, los conductores podrían llegar a pagar 71 céntimos si se incluyen los impuestos con los que los distintos gobiernos suelen gravar el combustible de automoción.
¿El combustible perfecto?
Stephen Voller, el responsable de Cella Energy, ha afirmado que el hidrógeno puede ser el combustible perfecto, ya que produce tres veces más energía que el petróleo y el único subproducto de su combustión es el agua.
Aún así, las voces críticas no se han hecho esperar. Los hay que, por un lado, indican que el hidrógeno es altamente inestable y que tanto su transporte como su uso como combustible supondrían un problema de seguridad. Por otro lado, otros son aún más escépticos, argumentando que el hecho de que el hidrógeno sea barato hoy en día no implica que no se encarezca en el futuro por la especulación y los impuestos.
Otras soluciones
La posibilidad de encontrar alternativas al petróleo sin tener que cambiar significativamente las tecnologías de propulsión de los coches es un objetivo perseguido por muchos investigadores. Otro ejemplo de este empeño lo representa la empresa LS9, que está investigando sobre una cepa de bacterias modificadas genéticamente para que liberen cadenas de hidrocarburos.
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