¿Comer crudo es sano?

Las claves de una alimentación sana no son ningún secreto: equilibrio, variedad y consumo moderado de determinados alimentos. Una fórmula que sigue siendo perfectamente válida cuando se trata de incluir en la dieta diaria los alimentos crudos. Así lo explica la responsable de la Unidad Clínica y Dietética del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, Clara Joaquim, quien asegura que «comer alimentos crudos es saludable siempre que se haga un consumo equilibrado y moderado».

Como todo, el universo de la dieta cruda tiene pros y contras. Por un lado, es cierto que hay muchos productos que en crudo conservan todas sus propiedades y vitaminas. En cambio, hay otros que son indigestos y que incluso pueden conllevar riesgos microbiológicos. En ese caso, recomienda la doctora Joaquim, «existe la opción de cocinar al vapor, ya que de ese modo los productos mantienen casi todas sus vitaminas y los peligros desaparecen». Es el caso, por ejemplo, de vegetales como la alcachofa o la coliflor, que son muy difíciles de digerir cuando están crudos. Al lado de estos, sin embargo, hay otros alimentos que siempre es mejor comer en crudo: «La fruta fresca y algunos vegetales, como la lechuga y las espinacas, son sanísimos y muy buenos sin necesidad de cocinarlos», explica Joaquim.

En torno a los beneficios de comer crudo giran muchos argumentos y especulaciones, entre los que destaca el hecho de que, al ser cocinados, los alimentos adquieren toxinas perjudiciales. «Yo creo que eso es completamente erróneo y, además, la comida hervida sienta mucho mejor y contribuye a hacer una buena digestión», responde la doctora.
Al margen de vegetales y verduras, la carne y el pescado son otros productos que también se pueden comer en crudo, aunque, según la doctora Joaquim, hay que aumentar las precauciones. «Como en todo, a más consumo, más riesgo, y en el caso de la carne y el pescado, además, existe el peligro de ingerir productos que tengan parásitos y gérmenes», explica. De hecho todo el mundo ha oído hablar del anisakis , en el caso del pescado crudo, o de la salmonela, cuando se trata de los huevos. Riesgos que, en todos los casos, se reducen al mínimo si los productos son cocinados.

Precisamente por eso los crudos son poco recomendables para algunos perfiles: «En el caso de las mujeres embarazadas y los niños –dice la especialista–, comer carne y pescado crudos puede aumentar el riesgo de contraer determinadas enfermedades». La dieta 100% cruda es asimismo totalmente desaconsejable para personas con disfunción renal, ya que, según explica Joaquim, «el exceso de potasio, perjudicial para los riñones, se elimina cuando las verduras se hierven». De hecho, en general cualquier alimento crudo es más difícil de digerir, y los vegetales en concreto producen retención de líquidos.

«Lo más sano es llevar una dieta equilibrada, comer mucha fruta y verdura frescas y no descartar ningún alimento», concluye la doctora Joaquim.

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