Siempre se ha dicho que las posibilidades de internet son infinitas, pero pocos podían sospechar que Catalunya se convertiría en la cuna de un avance en el campo del sexo virtual. Un equipo creativo de Girona (Catalunya) España, ha desarrollado unos masturbadores interactivos capaces de comunicarse a distancia. El funcionamiento es relativamente sencillo: dos consoladores (uno en forma de falo y otro de vagina) con sensores y un mecanismo de vibración incorporados se conectan a sendos ordenadores vía bluetooth.
Los sensores recogen los roces en el exterior o el interior de los juguetes eróticos (según si es el masculino o el femenino) y transmiten estos impulsos a su ordenador, que a su vez los envía al PC del otro usuario mediante un programa informático y una página web que también establece una videoconferencia. El ordenador contrario envía los datos que ha recibido a su respectivo masturbador, que convierte los impulsos que emite la pareja en estímulos, activando el mecanismo de vibración. Como ambos consoladores son emisores de impulsos y receptores de estímulos, se establece una comunicación erótica entre ambos.
Cine porno
La idea original fue de Narcís Bosch, un laureado director de cine porno que esbozó el proyecto a raíz de una relación sentimental a distancia. «Hace unos años tenía una novia brasileña que viajaba a menudo. Cuando estaba fuera teníamos ganas de tener contacto, algo más allá de hablar por teléfono. Por eso ideamos un juego que consistía en que ella ponía el móvil en sistema vibración y yo le hacía llamadas perdidas. Cuando ella terminaba, me telefoneaba y entonces hablábamos», explica el cineasta, que evita dar más detalles de la mecánica de aquellas relaciones a distancia.
Bosch ya intuía entonces que ese tipo de conversaciones podía dar mucho juego en internet. Poco tiempo después, el director conoció a Óscar Calabres, un diseñador que ha creado el soá escultórico Beatme, especialmente ideado para disfrutar del sexo con la pareja. Estos amigos fueron dando forma a la idea de Bosch y completaron el equipo con Ivan Domènech, programador informático, Eduard Tarifa, especialista en márketing y ventas, y Óscar Martí, responsable del área jurídica y fiscal.
El equipo ha necesitado dos años para desarrollar el proyecto. Diseño de los prototipos, programación informática, búsqueda de los materiales idóneos, patente del producto, pruebas y lugar de fabricación (China). Para lanzar la primera serie de producción -prevista para antes del verano-, están en negociaciones con la empresa Promociones Web, pero se muestran abiertos a dar entrada a más inversores.
«Trabajaremos con dos líneas de producción: una dirigida al uso lúdico-doméstico, para parejas, y otra profesional destinada a establecer relaciones sexuales mediante webs de contactos. También se abren nuevos caminos en mundos virtuales del tipo'Second Life . Es un campo nuevo por explorar, añaden.
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