Astrónomos del Observatorio de Armagh de Irlanda del Norte han encontrado que un asteroide recientemente descubierto ha estado siguiendo a la Tierra en su movimiento alrededor del Sol durante al menos los últimos 250.000 años, y puede estar íntimamente relacionado con el origen de nuestro planeta. Su trabajo aparece en un artículo en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
El asteroide llamó primero la atención de estos científicos, Apostolos "Tolis" Christou y David Asher, dos meses después de haber sido encontrado por el satélite infrarrojo WISE. "Su distancia media al Sol es idéntica a la de la Tierra", dice el Dr. Christou, "pero lo que realmente me impresionó lo similar que su órbita era a la de la Tierra".
La mayoría de asteroides cercanos a la Tierra tienen órbitas muy excéntricas, en forma de huevo, y recorren órbitas en el sistema solar interuir. Pero el nuevo objeto, denominado 2010 SO16, es diferente. Su órbita es casi circular, de modo que no puede acercarse a cualquier otro planeta del sistema solar, excepto a la Tierra".
Los investigadores se propusieron investigar la estabilidad de esta órbita y durante cuánto tiempo venía siendo ocupada por el asteroide. Para ello, primero tuvieron que tener en cuenta la incertidumbre actual en la órbita del asteroide. "No saber con precisión la ubicación de un objeto próximo a la Tierra recién descubierto es bastante común", explicó el doctor Asher.
"La única manera de despejar la incógnita es mantener el seguimiento del asteroide durante el mayor tiempo posible, por lo general meses o años". Pero los dos científicos superaron ese problema mediante la creación de 'clones' virtuales del asteroide para cada órbita posible que pudiera ser ocupable. A continuación, simularon la evolución de estos clones bajo la gravedad del Sol y los planetas a lo largo de dos millones de años en el pasado y en el futuro.
Encontraron que todos los clones se mantuvieron en un denominado estado de 'herradura' con respecto a la Tierra. En esta configuración, un objeto imita muy de cerca el movimiento orbital de nuestro planeta alrededor del Sol, pero como se ve desde la Tierra parece que traza lentamente una forma de herradura en el espacio. Al asteroide 2010 SO16 le lleva 175 años hacer el viaje de un extremo de la herradura al otro. Así, aunque por un lado su órbita es muy similar al de la Tierra, de hecho "este asteroide es terrafóbico", explica Tolis. "Se mantiene alejado de la Tierra. Así que bueno, de hecho, probablemente ha estado en esta órbita varios cientos de miles de años, y nunca se ha acercardo a nuestro planeta menos de 50 veces la distancia a la Luna", dijo. Aquí es donde está ahora, cerca del extremo de la herradura detrás de la Tierra.
Actualmente, se sabe que existen otros tres compañeros de herradura de la Tierra pero, a diferencia de 2010 SO16, estos permanecen solo unos pocos miles de años como máximo persiguiéndonos antes de pasar a órbitas diferentes. Además, con un diámetro estimado de 200 a 400 metros, 2010 SO16 es con mucho el mayor de los asteroides de herradura de la Tierra. El equipo ya ha utilizado el Observatorio Las Cumbres en una campaña permanente para el seguimiento del objeto y perfeccionar su órbita. "No es tan difícil encontrar con un telescopio profesional de tamaño medio," dice el doctor Asher. "Va a permanecer como un objeto visible por la noche en los cielos de la Tierra durante muchos años", afirmó.
En última instancia, a Christou y Aser les gustaría saber de dónde viene, y ya han pensado en varias posibilidades. Podría ser un asteroide ordinario procedente del Cinturón Principal entre Marte y Júpiter. En ese caso, el tirón gravitacional al azar de los diferentes planetas sería responsable de su órbita actual, algo que -creen- es una propuesta poco probable. También podría ser un pedazo de la Luna que escapó de la gravedad del sistema Tierra-Luna y entró en una órbita independiente alrededor del sol. Sin embargo, la propia estabilidad de su órbita significa que actualmente no hay forma de transporte desde la Luna a donde está ahora.
Por último, 2010 SO16 podría representar pérdidas de una población de objetos cercanos a los puntos de equilibrio denominados triángulo de 60 grados por delante y por detrás de la Tierra en su órbita. Esta población se ha postulado en el pasado, pero nunca han sido observados como tales objetos. Si existen, pueden representar reliquias de la formación de la Tierra, la Luna y los planetas interiores hace 4.500 millones de años.
Por el momento, a los astrónomos le gustaría ver las propiedades físicas del objeto, sobre todo su color. "El color, una medida de la reflectividad de un asteroide a través del espectro electromagnético, puede decir mucho sobre su origen", explican. "Con esta información podemos empezar a probar los escenarios de posible origen con datos duros. Si se demuestra que es único en alguna manera, puede valer la pena enviar una sonda para estudiarlo de cerca, y tal vez traer una muestra para examen de laboratorio."
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