Frente al cáncer, a la hora de eliminar células es básico poder diferenciar las buenas de las malas, las tumorales, y poder así eliminarlas sin afectar al resto. Es el reto de toda quimioterapia.
Ahora, investigadores españoles e italianos de oncología han encontrado un nuevo método que permite "matar selectivamente" células tumorales. Lo consiguen cuando éstas presentan "estrés replicativo", que se produce cada vez que una de ellas duplica su genoma.
El Grupo de Inestabilidad Genómica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) venía trabajando en la idea de que quizás estos tumores sean muy sensibles al tratamiento con fármacos que inhiban las proteínas que las células tienen para protegerse de este tipo de estrés.
El equipo del CNIO ha descubierto que los tumores con estrés replicativo son efectivamente sensibles al tratamiento de inhibidores de las proteínas.
Las llamadas ATR y ChK1 son las principales proteínas responsables de proteger a las células de estrés replicativo. Ahora, han demostrado que la inhibición de la Chk1 es "muy eficaz", por ejemplo, en el tratamiento de linfomas de Burkitt. Por el contrario, no lo es en tumores sin este tipo de estrés.
De igual modo, los niveles bajos de la otra proteína, la llamada ATR, previenen por completo el desarrollo de linfomas y tumores pancreáticos.
El estudio del CNIO permite definir un uso más eficaz de estos fármacos (inhibidores de proteínas), ya que describe una estrategia para identificar a aquellos pacientes que se beneficiarían especialmente de este tipo de tratamiento.
El trabajo ha sido dirigido por Óscar Fernández-Capetillo, y en él también han colaborado los grupos de los doctores Mariano Barbacid y Manuel Hidalgo del CNIO, y el grupo del doctor Bruno Amati en el centro oncológico italiano IFOM.
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