En la alimentación, como en casi todo, en el equilibrio está la virtud. No hay que abusar de nada, pero hay algunos alimentos con los que debemos tener más precauciones. Uno de ellos, las carnes rojas.
Ha habido muchos estudios que han advertido de los riesgos de una dieta con demasiada carne, y más aún, con mucha carne roja y poco hecha. Ahora, un estudio del National Cancer Institute (EE UU), señala que comer mucha carne roja podría estar relacionado con padecer cáncer de riñón, especialmente si está cocinada al 'grill' o a la barbacoa.
El estudio, publicado en American Journal of Clinical Nutrition, se realizó con datos de los hábitos alimenticios de aproximadamente 500.000 estadounidenses mayores de 50 años durante nueve años.
Encontró que los adultos que comían más carne roja que el resto (cerca de 113 gramos diarios) eran más propensos (en un 19%) de padecer cáncer renal que aquellos que comían menos. Así, del número total estudiado, aproximadamente 180 fueron diagnosticados con este tipo de cáncer.
Los investigadores advirtieron de que al consumir carne cocinada a la barbacoa o al 'grill' se ingieren más productos químicos, relacionados con el incremento del riesgo de padecer esta enfermedad.
Pero no hay que demonizar la carne roja. Algunas personas que comen mucha carne roja no desarrollan este tipo de cáncer mientras que otras que la ingieren en raras ocasiones caen enfermos. De hecho, la carne roja es una fuente importante de hierro.
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