Investigadores del acelerador Tevatrón, del laboratorio estadounidense Fermilab, han hallado en dos experimentos diferentes nuevos indicios de la existencia del bosón de Higgs, la enigmática partícula cuya existencia, predicha desde 1964 pero nunca confirmada, confirmaría el llamado Modelo Estándar, la teoría física fundamental que explica el funcionamiento del universo.
Los datos no son concluyentes porque hay un margen de error, pero sí son compatibles con los resultados obtenidos en febrero del año pasado en el LHC, el colisionador europeo del CERN (Ginebra), usando experimentos diferentes. La confirmación de la conocida popularmente como partícula de Dios parece cada vez más cerca. Que haya un margen de error superior a lo deseado significa que la señal detectada podría deberse a ruido ajeno al bosón.
El Tevatrón, situado cerca de Chicago, está actualmente cerrado por problemas económicos. Los resultados se obtuvieron en experimentos realizados el pasado septiembre cuyos resultados se dieron a conocer ayer en una conferencia internacional de física celebrada en La Thuile (Italia). «Desgraciadamente, los datos obtenidos no son suficientemente significativos como para concluir que el bosón existe», dijo Rob Roser, físico del Fermilab.
En el circuito circular del Tevatrón, al igual que en el LHC, se lanzan protones a toda velocidad en sentidos opuestos con el objetivo de que colisionen y simulen las condiciones inmediatamente posteriores al Big Bang. En el caso estadounidense, lo que sucedió es que, tras analizar los espectros dejados por las colisiones en los experimentos llamados CDF y DZero, se encontraron unas anomalías en un rango concreto de masas que pueden ser interpretadas como procedentes del bosón.
Los investigadores han localizado las anomalías en una región comprendida entre 115 y 135 GeV (gigaelectronvoltios, más de 100 veces la masa del protón), prácticamente el mismo resultado que obtuvo el LHC (entre 116 y 130). El resultado es clave porque es la misma masa predicha por el Modelo Estándar para los bosones de Higgs. Es decir, que no se puede confirmar que existan, pero si existieran encajarían a la perfección con lo que se ha obtenido.
«Estamos emocionados. Es muy interesante ver que hay algo que se parece a la previsión de Higgs», sintetiza el investigador Dmitri Denisov. Los investigadores están convencidos de que podrían afinar aún más la medición si el Tevatrón funcionara con una energía superior, similar a la que emplea el LHC.
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