El Banco Popular cobra 50 céntimos a sus clientes por retirar dinero de las ventanillas de las oficinas distintas a las que tienen la cuenta. Esta comisión, que se lleva aplicando desde febrero, pero que lleva
"desde siempre" en su folleto de tarifas, solo se aplica "cuando la
retirada de dinero no se hace a través de un cheque o una libreta y conlleva la emisión de un recibo".
A pesar de que desde el banco insisten en que se trata de algo "muy minoritario y residual" y de que "no han recibido quejas", para las asociaciones de consumidores se trata de una muestra más "del poco respeto que existe hacia el cliente" y de la cada vez "mayor brecha entre los derechos de los bancos y los deberes de los consumidores", explica Ileana Izverniceanu, portavoz de la OCU.
Para esta asociación la nueva comisión del Popular "puede declararse abusiva y una mala práctica bancaria, porque el banco debería justificar el incremento por el cual se esté dando un servicio que antes no se daba o se haya introducido una mejora que antes no había", al margen del "abuso que supone que te cobren por disponer del propio dinero".
Con o sin justificación el hecho es que las principales comisiones bancarias subieron en 2011 hasta un 25%, según un estudio de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros de España, Adicae. Así, mantener una cuenta de ahorro se ha encarecido, de media, un 22,87%; mantener la cuenta corriente, un 22,7% y la tarjeta de crédito, un 17,05%.
También según esta asociación los créditos no hipotecarios han subido un 23,53% y los hipotecarios un 20,27%.
"Los servicios bancarios son cada vez más caros y para privilegiados", explica Paco Sanz, de Adicae, que señala que "la banca está haciendo pagar su crisis a todos los consumidores a base de comisiones".
Según los datos que manejan, un usuario medio puede llegar a pagar por realizar las operaciones más usuales hasta 567,8 euros en concepto de comisiones a su banco, y el mantenimiento medio de una tarjeta de débito puede suponer hasta 95,4 euros al año.
Con la crisis, muchos bancos han activado comisiones que tenían en 'letargo' y que figuraban en sus folletos de tarifas. Es el caso, por ejemplo, de Bankinter, que cobra dos euros por ingresar dinero en ventanilla si no se es cliente; del BBVA, que ha subido las comisiones que cobra por retirar dinero de la red Servired si el cajero no es del banco o Bankia, que 'celebró' su fusión cobrando dos euros a quienes tuvieran un saldo medio en la cuenta inferior a 2.000 euros.
La falta de seguridad jurídica y la indefensión del cliente son motivos alegados por las asociaciones de consumidores para exigir que el Banco de España recupere su labor de regulador bancario y no figure como un mero intermediario entre los clientes y los bancos.
Los bancos están obligados a comunicar al Banco de España cuáles son las tarifas que aplican, y también están obligados a informar a los clientes de los cambios en las comisiones. La misión del Banco de España se reduce a colgar en su página web los folletos de tarifas de los bancos y supervisar que no se cobra dos veces por el mismo servicio, pero dejan absoluta potestad a los bancos para quitar y poner comisiones a discreción.
"Antes, con la normativa del año 89, se vigilaba al menos que la expresión formal de las comunicaciones estuviera bien escrita y fuera inteligible, ahora ni siquiera eso, la nueva Orden de Transparencia y Protección al Cliente de Servicios Bancarios es terrorífica", explica Paco Sanz. "La vigilancia ya no funciona".
Ante semejante panorama, la única opción que le queda al sorprendido cliente que se encuentra, de buenas a primeras, pagando por algo que antes era gratis es, primero, intentar negociar con el banco.
"Las comisiones nunca son fijas, el cliente tiene capacidad de negociación y debe ejercerla", recomiendan desde Adicae. Si el socorrido "o me voy" no surte efecto, entonces se puede reclamar a través del servicio de atención al cliente de la correspondiente entidad financiera, y si el asunto no prospera, incluso se puede presentar una queja ante el Banco de España.
Pero que nadie se haga falsas ilusiones, que nuestro banco decida subirnos las tasas no nos va a librar de cumplir con los pagos de la hipoteca. Son contratos distintos, con condiciones distintas. Como mucho si nuestro orgullo también se ha visto afectado podemos coger la puerta y marcharnos, llevándonos con nosotros nuestros ahorros; pero nuestra amiga 'la hipoteca' deberá quedarse en el banco, a no ser que estemos dispuesto a pagar las tasas correspondientes por cancelarla antes de tiempo.
Al margen de las comisiones que todos hemos pagado alguna vez, existen multitud de tasas poco conocidas que gravan servicios menos usuales.
La OCU ha elaborado un listado que invitan a conocer para no llevarse desagradables sorpresas. No todos los bancos las cobran, y algunos bancos las cobran casi todas.
Cheques conformados y cheques bancarios. Si se va a comprar un inmueble y se solicita un cheque bancario, la comisión puede variar del 0,1% de su valor al 1%.
Comisión por devolución de cheque. En torno al 4,5% del valor del cheque. Es decir, que si se ingresa un cheque de 3.000 euros que, por ejemplo es devuelto, el banco nos podría cobrar hasta 135 euros de comisión.
Talonario de cheques. En todos los sitios es gratuito, excepto en Bankinter donde cobran dos euros por cheque.
Reposición de tarjetas. La comisión se cobra en caso de extravío o deterioro achacable al cliente.
Comisión por reclamación de posiciones deudoras. Si nuestra cuenta queda en números rojos, se genera una deuda con el banco.
Ingresar dinero en efectivo. El caso de Bankinter, por ejemplo, que cobra si no se es cliente.
Duplicado de extractos y emisión de certificados. Oscila entre los 6 euros y los 50 euros.
Comisión de pagos en el extranjero con tarjeta. En algunas entidades llega al 3%.
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