La exposición prolongada al sol puesto que esta representa una agresión contra la piel que puede producir el envejecimiento de la misma. El melanoma, el cáncer de piel, está más cerca de lo que pensamos. Su incidencia aumenta un 10% cada año. Si los consejos y recomendaciones caen en saco roto, es hora de acudir al "una imagen vale más que mil palabras".
Los rayos UVA llegaron a través del cristal penetrando dermis y epidermis
Para eso la foto que publica la revista 'The New England Journal of Medicine', y que ilustra estas líneas. La imagen retrata a un camionero de 69 años que ha estado recibiendo más luz del sol en un lado de su cara; así durante 28 años.
Los autores de la información y de la foto de la prestigiosa revista, Jennifer R.S. Gordon y Joaquin C. Brieva, explican que durante los años en que este hombre condujo los rayos ultravioletas A (UVA) se transmitieron a través del cristal de la ventana, penetrando en las capas de la epidermis y la parte superior de la dermis.
Esta exposición tan repetida puede producir (como es el caso) el engrosamiento de la epidermis y la destrucción de las fibras elásticas.
Viendo la foto queda claro que el sol es enemigo de la piel. Prueba de ello es el cáncer de piel, el melanoma, cuya incidencia aumenta un 10% cada año, convirtiéndose en el único carcinoma que no disminuye su prevalencia.
Los estudios sobre incidencia de cáncer de piel de los últimos 25 años demuestran que la incidencia de la enfermedad se ha duplicado "y en algunas zonas triplicado" y que el incremento continuará en las próximas décadas, según el Grupo Español de Epidemiología y Prevención de la Salud en Dermatología.
Por lo tanto, hay que priorizar el cuidado de la piel frente al bronceado y usar cremas protectoras de manera correcta, ya que muchos productos pueden enmascarar las quemaduras provocadas por los rayos ultravioleta y hacer que el usuario permanezca más tiempo al sol, una exposición por la que su piel se verá afectada.
Titular
No hay comentarios:
Publicar un comentario