11.1.13

Identificados unos raros defectos genéticos en familias afectadas por cáncer intestinal

 
Tomar ácido acetilsalicílico, es decir, aspirina, con regularidad puede llegar a aumentar hasta en un tercio las posibilidades de recuperarse de un cáncer de intestino, señala un estudio realizado en el Centro Médico Universitario de Leiden, en Holanda.

Estas propiedades del clásico fármaco se añaden a otras ya conocidas como la mejora de la circulación arterial o la prevención de embolias y diversos problemas cardiacos, además de usos habituales como el control de la fiebre, las inflamaciones o el alivio de distintos dolores.

No se trata del primer estudio que hace referencia a esta propiedad de la aspirina. Eso sí, siempre se aclara que el medicamento no carece de efectos secundarios y que no afecta de la misma forma a todos los pacientes. En algunos casos, por ejemplo, la aspirina puede elevar el riesgo de sufrir pequeñas hemorragias cerebrales. Un estudio de la Universidad de Oxford dirigido por Peter Rothwell aclaraba que la aspirina frenaba la metástasis y la extensión del cáncer a otros órganos, especialmente en el caso de adenocarcinomas. Rothwell señalaba que era preferible consumir el medicamento junto a un producto con calcio, como la leche.

Además, ya existía amplia evidencia de la influencia del consumo de ácido acetilsalicílico en la mejora del cáncer de colon. Según un estudio llevado a cabo por John Burn de la Universidad de Newcastle, el 63% de los pacientes que tomaron aspirina durante al menos dos años presentaron un desarrollo menor de los tumores frente a aquellos que tomaron un placebo. Otro estudio publicado por The Lancet aseguraba que aunque la mayor parte de los estudios se refieren al largo plazo, las propiedades beneficiosas de la aspirina aparecen también en plazos más reducidos.

Investigadores de la Universidad de Oxford han vinculado estrechamente un raro defecto del ADN, en dos genes, con el cáncer intestinal.

Los investigadores secuenciaron los genomas completos del ADN de 20 personas provenientes de familias con antecedentes de cáncer colorectal. Ocho de las 20 personas habían desarrollado el cáncer, mientras que el resto tenía un pariente cercano que había desarrollado la enfermedad.

La investigación encontró que todas las personas que tenían, ya sea el gen POLE o el POLD1 defectuosos, habían desarrollado la enfermedad o presentaban un crecimiento precanceroso en el intestino. Para confirmar sus conclusiones luego buscaron fallas en estos dos genes en casi 4.000 personas con cáncer de colon, y en 6.700 personas sin la enfermedad. No encontraron ninguno de los defectos genéticos en las personas sin cáncer; sin embargo, encontraron a 12 personas con un defecto en el gen POLE en el grupo de cáncer de intestino, y a una persona que tenía un defecto en el gen POLD1.

También encontraron que el defecto en el gen POLD1 aumenta el riesgo de contraer cáncer de útero, y posiblemente cáncer en el cerebro, al haberse diagnosticado a siete personas participantes del estudio con cáncer de útero y a una que presentaba dos tumores en el cerebro. El profesor Ian Tomlinson, quien dirigió la investigación en el Centro Wellcome Trust de Genética Humana de la Universidad de Oxford, dijo: “Estos son dos defectos raros, pero si uno los hereda, las probabilidades de contraer cáncer de intestino son altas”. Los genes POLE y POLD1 están involucrados en los procesos de reparación del ADN dañado. Cuando estos genes no funcionan correctamente, las personas afectadas pueden acumular daño en el ADN, y se cree que esto puede conducir a cambios que causan cáncer en el intestino.

“Esta investigación pone de relieve lo mucho que nos queda por averiguar acerca de los defectos genéticos raros que pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle cáncer de intestino”, dijo la doctora Julie Sharp, directora de ciencias de la información del Cancer Research UK.

Titular

No hay comentarios:

directoblog
directoblog


TECNOLOGIC SPAIN EN TU WEB-BLOG COPIA Y PEGA EL CÓDIGO HTML


TU TEXTO