Un preparado evita el potencial cancerígeno de la comida frita

Comer patatas fritas puede ser más saludable a partir de ahora gracias a un preparado desarrollado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que, de paso, puede solucionar un problema que trae de cabeza desde hace años a las agencias de seguridad alimentaria. La fórmula, ya patentada, reduce hasta en un 98% la formación de dos compuestos potencialmente cancerígenos (la acrilamida y la hidroximetilfurfural) que se generan cuando se fríen o se hornean algunos productos para hacerlos más apetecibles al paladar con su color tostado, sabor o aroma. Junto a las patatas, figuran otros de gran consumo como galletas, tostadas, cereales para desayuno, café y sus derivados.

El preparado es invisible, incoloro y no altera ni el sabor ni el olor de la comida. Está formado por una mezcla de agua y productos naturales, como fibra, antioxidantes, ácido láctico y extracto de té. Francisco Morales, uno de los padres del invento, explicó que puede aplicarse tanto en la industria como en casa.

Pilar Montero, investigadora en el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, recordó que se trata de la primera solución ante la alarma surgida en el 2002 cuando investigadores suecos descubrieron que en algunos alimentos fritos o al horno, nunca hervidos, se formaban concentraciones de estos compuestos.

Montero apuntó que "no hay que exagerar" con el porcentaje de acrilamida y hidroximetifurfural que los adultos ingieren a diario a través de estos alimentos. A su juicio, el cuidado debería tenerse con el consumo por parte de los niños, que son quienes más toman bollería y fritos.

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