Quién llama a la puerta? En los últimos meses, varias decenas de barceloneses han sido atracados dentro de sus viviendas por ladrones que, para que se les abriera la puerta, se hicieron pasar por operarios del gas, técnicos de telefonía, médicos y enfermeras de su ambulatorio, hermanos de vecinos fallecidos... La mayoría de las víctimas han sido ancianos a los que estos ladrones consideran más fáciles de engañar. Sin embargo, incluso en estos robos hay estilos: así algunos de estos ladrones, dentro del piso, mantienen el engaño y roban aprovechándose del despiste del propietario. Otros, en cambio, lo que hacen es, nada más que se abre la puerta, sacar un arma y amenazar al residente para que les entregue el dinero y las joyas. El portavoz del Sindicat de Mossos d'Esquadra-CCOO, Antoni Castejón, alerta de que en esos atracos en pisos se están empleando cada vez más armas de fuego.
OPERARIOS
Falsos técnicos del gas y el teléfono
Sea en su versión del gas, la luz, el agua o el teléfono, la del falso operario es la artimaña actualmente más utilizada en este tipo de robos. Un individuo vestido con mono de trabajo y que incluso muestra un carnet de la empresa llama a la puerta diciendo que viene de inspección rutinaria, que han avisado de una fuga o que toca la revisión de la caldera. En el caso de la caldera, existe además la versión de la estafa. El falso operario lo que hace es simular una inspección de la instalación y cobrársela en efectivo al propietario. Las compañías han hecho ya varios avisos señalando que las revisiones auténticas nunca se pagan en efectivo si no que se incluyen en la factura mensual.
En la versión de la telefonía, el argumento que suelen utilizar es que se necesita pasar porque tienen que tirar unos cables desde el tejado y deben engancharlos desde la ventana de ese piso. Una vecina de Ciutat Vella fue atracada por este método el 31 de agosto. A las dos de la tarde, alguien llamó a la puerta asegurando que era el fontanero que venía a arreglar una fuga. Al abrir, dos hombres armados con una pistola entraron en el piso, ataron a la mujer y se llevaron 2.400 euros.
FUERZA BRUTA
Un empujón nada más abrir la puerta
En algunos casos, ni siquiera se recurre al engaño. Los ladrones llaman a la puerta y, en cuanto se entreabre, se lanzan con fuerza contra la misma, tirando hacia atrás al residente. Es el caso de una pareja con un niño pequeño que fue atracada a finales de agosto en su piso de Sant Andreu. Alguien llamó a la puerta y ellos la entreabrieron. En ese momento, desde fuera empujaron con fuerza y dos tipos, armados con pistolas, entraron en la vivienda. Con las armas amenazaron a la pareja y les ataron las manos a la espalda. Con los propietarios amordazados, los ladrones desvalijaron la casa, llevándose joyas y relojes por valor de 3.000 euros. Antes de irse, cogieron un cuchillo y se lo dieron al niño, de solo cinco años, al que le ordenaron que, cuando ellos se fueran, cortara las cuerdas que maniataban a sus padres.
SANITARIOS
Médicos y enfermeras que no lo son
En este caso, los ladrones se aprovechan de la confianza que muchos ancianos depositan en los profesionales de la medicina. Llaman haciéndose pasar por médicos o enfermeras enviados por su ambulatorio. Aseguran que son un servicio nuevo de atención domiciliaria a ancianos del barrio, con lo que estos suelen abrirles la puerta sin dudar. Una vez dentro, aprovechan un descuido para robarles dinero y joyas.
MENSAJEROS
Paquetes y cartas que no se esperan
El ladrón llama al timbre y asegura que trae un paquete o una carta certificada para el propietario de la vivienda, cuyo nombre ha mirado antes en el buzón. Por eso, para parecer más reales, siempre que llaman, dan el nombre del propietario de la vivienda. Si el hombre se resiste a abrirle, el falso mensajero insiste en que necesita que, al menos, le firme el albarán de la entrega.
COLECTAS
Flores para un vecino difunto
En este método, el ladrón suele ser una mujer que se presenta informando de la muerte de un vecino del inmueble de quien dice ser hermana o familiar cercana. Tras simular una profunda afectación por el fallecimiento, comunica al propietario del piso que se está haciendo una colecta para comprarle una corona de flores. Con las flores existe otra versión que consiste en que una mujer llama a la puerta y dice que trae un ramo para la propietaria. Por la mirilla, efectivamente se ve a la mujer con las flores. Cuando se le abre, salen ocultos del rellano uno o dos tipos que irrumpen en la vivienda. Otro caso es el de una o varias personas que llaman a la puerta pidiendo dinero en metálico para un proyecto solidario. Llegan incluso a decir que con un euro tienen suficiente. La razón es que aprovechan el momento en que la víctima va a buscar el dinero al interior del piso para meterse ellos y coger lo primero de valor que encuentran.
PARA IRSE DE CASA
Avisos simulados de la policía
Algunos ladrones, cuando identifican un piso interesante para robar, lo que hacen es intentar sacar al propietario de la vivienda y así poder entrar cuando no hay nadie. Para conseguirlo, emplean varios métodos. Uno de ellos es llamar haciéndose pasar por mossos d'esquadra y comunicando al propietario que ha sido denunciado y que debe ir a la comisaría. Cuando llega allí, descubre que ningún policía le ha llamado. Entre tanto, los ladrones aprovechan para vaciar su piso.
IMAGEN DE CONFIANZA
El cebo de la mujer bien parecida
En los atracos a administradores de fincas, se ha detectado el empleo de mujeres bien parecidas como señuelo. Son ellas las que llaman a la puerta para que el propietario, cuando mire por la mirilla, no desconfíe. En el momento en que se abre la puerta, la mujer se retira y aparecen varios encapuchados armados con pistolas que atracan el establecimiento.
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