El Gran Colisionador de Hadrones o LHC, el mayor acelerador de partículas del mundo, ha dado otro asombroso paso en su intento de recrear los primeros momentos del Universo al lograr unas colisiones sin igual -minibig bangs, como las definen los propios investigadores- con temperaturas de hasta 10.000 millones de grados. Ello ha sido posible tras cambiar los materiales que circulan a toda velocidad y chocan en el gran anillo subterráneo del LHC: en lugar de protones, como hasta ahora, se han lanzado iones de plomo.
«El cambio es espectacular si se tiene en cuenta que en cada ión hay 82 protones. Cuando colisionan, la cantidad de partículas que obtenemos es tremenda», explica desde Ginebra (Suiza), sede del LHC, el investigador español Mario Martínez-Pérez. Los iones son átomos de plomo a los que se les han quitado los electrones. «Eso es relativamente sencillo. El mérito es hacerlos circular y que choquen», precisa Martínez-Pérez, que también es investigador del Instituto de Física de Altas Energías (IFAE), en Bellaterra.
Las nuevas colisiones permitirán estudiar la materia en un estado similar al de los primeros momentos que siguieron a la explosión formadora del Universo, según la teoría del big bang. A partir de ese plasma primigenio de hace 13.700 millones de años, la materia fue surgiendo hasta componer el Universo que hoy conocemos, subraya el CERN (centro europeo de investigación nuclear), la institución que gestiona el LHC.
NUNCA SE HABÍA LOGRADO
En el experimento, los iones circulan por el LHC, un anillo de 27 kilómetros, e impactan frontalmente a velocidades cercanas a las de la luz. «Las colisiones generaron una serie de mini-big bangs, así como los mayores niveles de densidad y temperatura que hasta la fecha se han logrado en un experimento», precisa Davis Evans, de la Universidad de Birmingham.
La temperatura alcanzada, que se obtiene en un medio seguro y de forma fugaz, es un millón de veces más alta que la que se registra en el interior del Sol, subraya el CERN. A esas temperaturas, protones y neutrones se funden en una sopa caliente y densa de quarks y gluones llamada técnicamente QGP, prosigue Martínez-Pérez. Estudiando ese plasma, los investigadores esperan conocer mejor la interacción nuclear fuerte, una de las cuatro fuerzas fundamentales que rigen las interacciones entre partículas.
Titular
No hay comentarios:
Publicar un comentario